LUZ Y SOMBRAS

Luces y Sombras

LIC. VERÓNICA MORALES GUTIÉRREZ – Licenciada en Bibliotecología. Responsable de servicios bibliotecarios del Imdosoc.


Luz

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) apoya a 50 comunidades del pueblo wayuu que viven en la región desértica de La Guajira, en la frontera entre Colombia y Venezuela, las cuales entre 2012 y 2016 sufrieron una sequía extrema que secó sus cultivos.

De acuerdo con informes oficiales, 900 mil personas, entre ellas 450 mil indígenas wayuu, sufrieron hambre, desnutrición, enfermedades y mortalidad infantil. Casi 67% de los indígenas sufrieron de inseguridad alimentaria.

El esfuerzo de la FAO y las comunidades para enfrentar la crisis alimentaria ha transformado el paisaje desértico, creando refugios verdes parecidos a un oasis. Han implementado un sistema de riego que utiliza bombas de energía limpia para extraer agua de pozos subterráneos. De esta manera, hectáreas de tierra se recuperan para destinarse al cultivo de alimentos, asegurando el sustento de la comunidad, incluso en épocas de sequía.

Personal especializado colabora con la población indígena, adaptando las prácticas agrícolas a las nuevas condiciones climáticas, sin dejar de lado la cultura y las tradiciones wayuu.

Para fortalecer el enfoque de adaptación basado en la comunidad, programas de la FAO y el PNUD trabajan en la resiliencia de los wayuu, incorporando prácticas tradicionales y resaltando la agrobiodiversidad.


Sombra

Desde la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, la población mundial no escolarizada se ha reducido sólo 1% y la cantidad de niños y jóvenes fuera de las escuelas aún es muy alta. 

Esta situación se atribuye a la falta de inversiones en el sector. Los países de altos ingresos invierten $8 543 dólares por estudiante, mientras que los países de ingresos bajos y medios sólo destinan $55 dólares a cada alumno.

La cantidad de niños que no asisten a la escuela llega a 250 millones. En los países más desarrollados el índice de niños y jóvenes que no estudian es de 3%, mientras que en los países con menor desarrollo el porcentaje es de 33 por ciento.

En un esfuerzo por avanzar en este rezago educativo en el mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) propone diversos mecanismos innovadores de financiamiento, entre ellos, el canje de la deuda por inversión en educación. Igualmente, plantea enfoques educativos renovados mediante la incorporación de la educación climática en los planes de estudio, la promoción de la educación para
la paz contra el aumento de la incitación al odio y la
discriminación, y la promoción de la igualdad de género en la educación.

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